¿Qué es el sueño y por qué es importante cuidarlo?

El sueño es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Cuando dormimos desarrollamos muchas funciones fisiológicas, gracias a que el cerebro se aísla y le ayuda a funcionar correctamente al día siguiente.

Durante las horas de sueño permitimos que nuestro organismo descanse y recupere energía. Asimismo, se restauran nuestras

funciones fisiológicas, neurológicas y psicológicas, segregando hormonas esenciales que sólo se producen mientras dormimos y que son fundamentales para nuestra salud y desarrollo.

Dormir también nos ayuda a consolidar nuestra memoria, conocimientos y habilidades, así como reparar y reorganizar nuestro cerebro.

Sueño en las distintas etapas de la vida

El sueño en el niño

Los bebés necesitan de una gran cantidad de horas de sueño sobre todo en sus primeros meses de vida. A medida que se acercan al año, el tiempo disminuye, pero ha de mantenerse en una media de 12/14 horas.

Según las nuevas directrices de la OMS, los niños menores de 5 años deben pasar menos tiempo sentados mirando pantallas, dormir más y tener tiempo para jugar activamente. 

A partir de la edad preescolar, los expertos recomiendan un descanso entre 10-13 horas y, entre los 6 y los 13 años, es recomendable dormir una media de 9 a 11 horas.

Ya en la adolescencia, el número de horas de sueño se reduce, estableciéndose en unas 10 horas.

El sueño en el adulto

En los adultos también existen diferencias en función de la edad. Según los expertos, los adultos más jóvenes (18 a 25 años) deben dormir entre 7 y 9 horas, no menos de 6 ni sobrepasar las 10-11 horas.

Respecto al resto (26 a 64 años), deben continuar con la misma franja, aunque en estas edades, por las circunstancias actuales de vida, no siempre se cumple.

El sueño en el anciano

Aunque la edad y las complicaciones de salud pueden hacer que disminuyan el número de horas de descanso, los especialistas recomiendan que las personas mayores de 65 años duerman una media de 7-8 horas diarias.